miércoles, 22 de abril de 2015

Qué cobran los inspectores de tránsito de la IM

 
LOS INSPECTORES DE TRANSITO NO COBRAN LA MITAD
DEL MONTO DE LAS MULTAS QUE APLICA CADA UNO


Los inspectores de tránsito no reciben ingresos por las multas de tránsito que cobran en forma individual. Perciben una partida por presentismo que no puede superar los 16.591,50 pesos.
Ese dinero proviene de un fondo que se genera con 40% del total de multas de tránsito puestas por todos los inspectores a lo largo del mes.
Si como fiscales de ingresos sancionan automotores con irregularidades en el pago de la patente, el 50% del dinero recaudado individualmente va a sus ingresos.
Desde 2008, el control del pago de la patente era escaso por los acuerdos de la “guerra de las patentes” y desde 2013 es casi nulo tras la implementación del SUCIVE.


Hace más de quince años que los ingresos de los inspectores de tránsito no tienen ningún rubro “atado” a las multas que aplican individualmente.

Para cambiar esa modalidad de ingreso, evitar los riesgos que suponía y mantener un derecho salarial adquirido previamente por los funcionarios, la administración acordó con trabajadores sustituir aquella forma de retribución por una partida por presentismo.

Esa partida se paga con un fondo que genera el 40% de lo recaudado por la totalidad de las multas puestas por todos los inspectores de tránsito a lo largo del mes.

Si el monto recaudado en el mes, es mayor que lo que se debe pagar en la partida, lo que sobra se suma a lo recaudado al mes siguiente.
Si al segundo mes, el monto restante sigue sobrando, ese dinero va a rentas generales.

La partida que se suma al salario base del funcionario, no puede superar los 16.591,50 pesos.

En la actualidad el cobro de esa partida se está adaptando administrativamente a los procesos que se vienen dando en el marco del SUCIVE.

El tributo de la patente

Algunos funcionarios que cumplen tareas inspectivas en la Intendencia de Montevideo también tienen el rol de “fiscal de ingresos”. Los inspectores de tránsito también son fiscales de ingresos.

La patente de automóviles es un tributo municipal y las irregularidades que se cometan respecto al pago de la patente pueden configurar violaciones tributarias.

Una norma del Digesto Departamental prevé que el 50% del monto de las multas puestas por violaciones tributarias se suma al ingreso del funcionario que la aplicó.

La mitad del monto de las multas puestas por irregularidades en el pago de la patente y sólo en estos casos, lo cobrará el funcionario que las sancionó.

Para dar una idea con una situación reciente, el mes pasado un inspector aplicó siete sanciones por violacioones tributarias y cobró 4.000 pesos.

La “guerra de las patentes” hizo que en los últimos seis años prácticamente no se controlara el pago de la patente y en los últimos dos años directamente no se controló.


viernes, 17 de abril de 2015

Renuncié por problemas de salud

La reiteración de mi renuncia

Jugadas que uno no espera


Vienen de dónde uno menos lo espera, la protagonizan quienes unos menos espera, a veces traidores, otras veces burros o ambas cosas juntas pero siempre, resultan personas sin un mínimo compartible de ética. Pegan en los lugares que duele y dejan huella, instalan definitivamente la desconfianza y abren heridas que nunca terminan de cicatrizar.
Son esas jugadas habituales en la política de todo nivel, incluido el supuestamente tan desprendido y naif trabajo en el territorio, en el barrio.
Son esas jugadas de la política que se dice que hacen a los "códigos" de la política, a la cultura del sistema político y que -equivocadamente- asumimos quienes militamos para cambiar las cosas. Lo hacemos porque "la política es así".
Al imitar una práctica política sin ética, sin respeto por el que tenemos al lado, sin escuchar la idea y la propuesta de quien tiene algo positivo para decir, sí aquellos que nos decimos progresistas nos volvemos lo mismo que queremos cambiar con todos los agravantes que eso tiene.
Y es cierto que "la política es así".
Es tan cierto como que la política también puede ser de otro modo.
Entre otras cosas por su propia novedad, la política de la Descentralización Participativa de Montevideo (DPM), es un campo particularmente fértil y privilegiado para innovar. Se puede hacer una política nueva también en sus formas y en sus códigos en la política que se da nuestros barrios, en la DPM que para mi gusto es de lo más novedoso que generó el sistema político desde 1985.
Pero en la política local tambien se dan esas jugaditas que uno no espera.
JUGADAS QUE NEGAMOS
Estas jugadas, más allá de los poca cosa que son los que las hacen y de la porquería que hacen, son previsibles, están dentro de lo esperado.
Hay otras jugadas que las negamos, que no queremos ni saber de ellas y que cuando llegan nos ponen de frente a nuestras limitaciones.
No tienen nada que ver con la política sino con nuestra propia fragilidad, con lo poquitito de nuestra condición humana.
Cuando la salud es la que falla, la jugada es determinante y no sólo no se espera, se la niega. Nunca asumimos que algún día pueda llegar.
El 2014, me sacudió la salud en junio y en agosto.
Una jugada que no me esperaba.  
Gracias a Dios y los equipos de salud que me atendieron se trata de asuntos superados pero que me tuvieron más de cinco meses en casa y me obligaron a cambiar algunas cosas de mi vida.
Como no tengo claro si podré cumplir con lo que se espera de un concejal vecinal a cabalidad, decidí renunciar. Lo hice en agosto de 2014 desde donde estaba internado pero no quedó claro.
La actual vicepresidente de la mesa del Concejo Vecinal, Norma Pérez me pidió que reiterara mi renuncia. Completan la mesa del Concejo Vecinal del zonal 7 Álvaro Inchauspe (presidente) y Célica Trías (secretaria ejecutiva).
Comparto con ustedes el texto que dirigí al presidente Inchauspe.
Abrazo para todos.


Montevideo, miércoles 8 de abril de 2015.


Sr.
Presidente de la Mesa del Concejo Vecinal del zonal 7
Don Álvaro Inchauspe.
Presente.

De mi consideración:

A solicitud de la Sra. Vicepresidenta de la Mesa del Concejo, Norma Pérez, reitero mi renuncia por razones de salud al Concejo Vecinal que con mucho gusto integré entre octubre de 2008 y agosto de 2014.

Me sumé al trabajo en el territorio convencido de que la Descentralización Participativa de Montevideo (DPM) es una de las mejores novedades que ha generado el sistema político desde 1985.
Lo hice coincidiendo plenamente con los legisladores de la ciudad que hicieron posible esta novedad y que en 1994 afirmaban que “El Concejo Vecinal constituido por vecinos electos por los propios vecinos, constituye “la sal de la vida”, engarza como un brillante anillo popular y tiene en su seno la más amplia vinculación y respetando la autonomía vecinal” de lo político partidario· Lo político partidario siempre tuvo un espacio previsto dentro de la DPM. Hoy son los Concejos Municipales.

Sigo fiel a esas ideas pero es la salud la que me obliga a reducir mis actividades y a renunciar al Concejo Vecinal del zonal 7, como lo hice en agosto de 2014 y hoy ratifico.

Fue un placer integrar el cuerpo que hoy Usted preside y trabajar en pos de su fortalecimiento como me propuse durante el quinquenio en que participé en él. Tenga a bien hacer llegar mi agradecimiento y abrazo a todos los integrantes del Concejo Vecinal y a los demás vecinos integrados a sus comisiones.

Quedo a las órdenes del Concejo Vecinal y lo saludo atentamente





Julio Scavino.