viernes, 17 de abril de 2015
Renuncié por problemas de salud
La reiteración de mi renuncia
Jugadas que uno no espera
Vienen de dónde uno menos lo espera, la protagonizan quienes unos menos espera, a veces traidores, otras veces burros o ambas cosas juntas pero siempre, resultan personas sin un mínimo compartible de ética. Pegan en los lugares que duele y dejan huella, instalan definitivamente la desconfianza y abren heridas que nunca terminan de cicatrizar.
Son esas jugadas habituales en la política de todo nivel, incluido el supuestamente tan desprendido y naif trabajo en el territorio, en el barrio.
Son esas jugadas de la política que se dice que hacen a los "códigos" de la política, a la cultura del sistema político y que -equivocadamente- asumimos quienes militamos para cambiar las cosas. Lo hacemos porque "la política es así".
Al imitar una práctica política sin ética, sin respeto por el que tenemos al lado, sin escuchar la idea y la propuesta de quien tiene algo positivo para decir, sí aquellos que nos decimos progresistas nos volvemos lo mismo que queremos cambiar con todos los agravantes que eso tiene.
Y es cierto que "la política es así".
Es tan cierto como que la política también puede ser de otro modo.
Entre otras cosas por su propia novedad, la política de la Descentralización Participativa de Montevideo (DPM), es un campo particularmente fértil y privilegiado para innovar. Se puede hacer una política nueva también en sus formas y en sus códigos en la política que se da nuestros barrios, en la DPM que para mi gusto es de lo más novedoso que generó el sistema político desde 1985.
Pero en la política local tambien se dan esas jugaditas que uno no espera.
JUGADAS QUE NEGAMOS
Estas jugadas, más allá de los poca cosa que son los que las hacen y de la porquería que hacen, son previsibles, están dentro de lo esperado.
Hay otras jugadas que las negamos, que no queremos ni saber de ellas y que cuando llegan nos ponen de frente a nuestras limitaciones.
No tienen nada que ver con la política sino con nuestra propia fragilidad, con lo poquitito de nuestra condición humana.
Cuando la salud es la que falla, la jugada es determinante y no sólo no se espera, se la niega. Nunca asumimos que algún día pueda llegar.
El 2014, me sacudió la salud en junio y en agosto.
Una jugada que no me esperaba.
Gracias a Dios y los equipos de salud que me atendieron se trata de asuntos superados pero que me tuvieron más de cinco meses en casa y me obligaron a cambiar algunas cosas de mi vida.
Como no tengo claro si podré cumplir con lo que se espera de un concejal vecinal a cabalidad, decidí renunciar. Lo hice en agosto de 2014 desde donde estaba internado pero no quedó claro.
La actual vicepresidente de la mesa del Concejo Vecinal, Norma Pérez me pidió que reiterara mi renuncia. Completan la mesa del Concejo Vecinal del zonal 7 Álvaro Inchauspe (presidente) y Célica Trías (secretaria ejecutiva).
Comparto con ustedes el texto que dirigí al presidente Inchauspe.
Abrazo para todos.
Montevideo,
miércoles 8 de abril de 2015.
Sr.
Presidente
de la Mesa del Concejo Vecinal del zonal 7
Don
Álvaro Inchauspe.
Presente.
De
mi consideración:
A
solicitud de la Sra. Vicepresidenta de la Mesa del Concejo, Norma
Pérez, reitero mi renuncia por razones de salud al Concejo Vecinal
que con mucho gusto integré entre octubre de 2008 y agosto de 2014.
Me
sumé al trabajo en el territorio convencido de que la
Descentralización Participativa de Montevideo (DPM) es una de las
mejores novedades que ha generado el sistema político desde 1985.
Lo
hice coincidiendo plenamente con los legisladores de la ciudad que
hicieron posible esta novedad y que en 1994 afirmaban que “El
Concejo Vecinal constituido por vecinos electos por los propios
vecinos, constituye “la sal de la vida”, engarza como un
brillante anillo popular y tiene en su seno la más amplia
vinculación y respetando la autonomía vecinal” de
lo político partidario· Lo político partidario siempre tuvo un
espacio previsto dentro de la DPM. Hoy son los Concejos Municipales.
Sigo
fiel a esas ideas pero es la salud la que me obliga a reducir mis
actividades y a renunciar al Concejo Vecinal del zonal 7, como lo
hice en agosto de 2014 y hoy ratifico.
Fue
un placer integrar el cuerpo que hoy Usted preside y trabajar en pos
de su fortalecimiento como me propuse durante el quinquenio en que
participé en él. Tenga a bien hacer llegar mi agradecimiento y
abrazo a todos los integrantes del Concejo Vecinal y a los demás
vecinos integrados a sus comisiones.
Quedo
a las órdenes del Concejo Vecinal y lo saludo atentamente
Julio
Scavino.
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